Resulta increíble lo rápido que malvendemos nuestra libertad. Por una ideología somos capaces de vender nuestra libertad, cuando pensamos que nuestro futuro será resuelto si trabajamos en exclusiva para un grupo político y todas sus formas de pensar, a veces tremendamente empequeñecedoras. En una secta que nos vende un cielo por parcelas, somos capaces de dejar todo y dedicarnos de pleno a los extraños preceptos de sus líderes que con frecuencia nos llevan a todo tipo de exclavitudes. Por un trabajo con un salario ridículo, vendemos nuestra paz y nuestro tiempo y por un amor a veces vendemos hasta la vida.
Sólo tenemos dos grandes activos. Uno es el tiempo y el otro es la libertad. Si malgastas tu tiempo y malgastas tu libertad… estas malgastando tu vida.
Pero… ¿qué significa malgastar? ¿Cuándo estamos malgastando el tiempo y la libertad?
Creo que los dos pueden responderse con las mismas palabras. En realidad pierdas el tiempo y la libertad cuando no estás trabajando por tus sueños.